Según explica el Gobierno gallego a través de la Agencia Gallega de Turismo, la normativa autonómica aprobada en 2017 sobre este tipo de alojamientos de uso turístico permite a los ayuntamientos regular y limitar sus usos. Asimismo, afirma que las comunidades de vecinos pueden restringir los pisos turísticos siempre que sea aprobado por tres quintas partes de sus integrantes. Adicionalmente, reclama al Gobierno de España que avance en un marco normativo común que evite las desigualdades legislativas entre territorios, favorezca la convivencia y defina la actividad de este tipo de alojamientos. 

Las viviendas de uso turístico en Galicia aumentaron un 56% en el último año, y el Clúster de Turismo de Galicia, que agrupa a empresarios del sector, está dando la voz de alerta sobre esta problemática. Según la Xunta, los pisos de uso vacacional ofertan 120.078 plazas, mientras que las plazas hosteleras se rebajan a 58.072 camas. La proliferación de este tipo de alojamiento turístico, según Fegein, contribuyó a tensionar un mercado de la vivienda muy presionado por la falta de oferta. La Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias alertó que en cuatro años el stock de inmuebles disponibles para alquilar se redujo casi a la mitad.

Fuente.- Faro de Vigo