Suecia se encuentra actualmente dividida en cuanto a la idoneidad de las medidas de control de los precios del alquiler vigentes. Siendo uno de los primeros países en aplicarlas en Europa, los resultados ofrecieron división de opiniones, controlando el incremento de los precios del alquiler pero limitando la oferta y las remuneraciones sumergidas. Agentes como la alcaldesa de Estocolmo abogan por un cambio en la política del alquiler, mientras que otros apuestan por la continuidad, en un debate que no hace más que comenzar en el parlamento sueco.

Fuente.- Idealista